La Comisión Episcopal de Pastoral Social alertó sobre la «fractura social». También reclamó «la disminución de la profunda desigualdad».
La Comisión Episcopal de Pastoral Social advirtió que en la Argentina hay «un escenario de fractura social» y sostuvo que «la auténtica libertad solo es posible con equidad, integración, con disminución de la profunda desigualdad social que nos atraviesa», marco en el que expresó su voluntad de «acompañar a los más pobres en esta situación de perplejidad».
La Pastoral Social de la Iglesia católica exhortó, a 40 años de la reinstauración de la democracia, a «renunciar a toda forma de autoritarismo y escucharnos con humildad y esperanza, cuidando la institucionalidad y la gobernabilidad».
«Dijimos este año que es necesario recuperar la pertenencia a la Patria para construir juntos una comunidad que defienda la vida y el interés de todos, no dejando a nadie afuera. Necesitamos una fraternidad que nos una por encima de las diferencias y que éstas no sean usadas para fragmentar, dividir, o enfrentarnos más, sino para encontrar caminos de comunión basados en el amor por el otro», alertó en un documento.
Y trascartón advirtió que «asistimos a un escenario de fractura social, que pareciera impedir discernir que nadie se salva solo, que la auténtica libertad solo es posible con equidad, integración, con disminución de la profunda desigualdad social que nos atraviesa, con fraternidad que tenga el eje central en la sensibilidad social».
«Sólo así podremos -abundó- también construir la paz social, en este momento de nuestra historia. Por eso, la visión cierta de la libertad es aquella de una comunidad que se realiza incluyendo y no descartando».
La Comisión que preside monseñor Jorge Lugones, obispo de Lomas de Zamora, dijo que los actuales son «momentos de muchas dificultades en nuestra Patria, momentos donde muchísimos hermanos atraviesan situaciones de crisis».
«Dijimos este año que es necesario recuperar la pertenencia a la Patria para construir juntos una comunidad que defienda la vida y el interés de todos, no dejando a nadie afuera», añadió en el documento difundido tres días antes de la Nochebuena y en la jornada posterior a la difusión del DNU gubernamental que establece la desregulación total de la economía.
Advirtió además que «necesitamos una fraternidad que nos una por encima de las diferencias y que éstas no sean usadas para fragmentar, dividir, o enfrentarnos más, sino para encontrar caminos de comunión basados en el amor por el otro».
En ese contexto, la Pastoral Social enfatizó que «la visión cierta de la libertad es aquella de una comunidad que se realiza incluyendo y no descartando».
Este -añadió- «es el momento que requiere el mayor esfuerzo para dialogar, con la sabiduría del diálogo que no defrauda, para articular esa dimensión individual, personal, con la dimensión social, colectiva y estructural de la vida comunitaria, en este tiempo de la historia».
«La dimensión social debe basarse en el bien común antes que en cualquier interés particular. Necesitamos trabajar la unidad entre los argentinos sin desconocer que -como dijo el papa Francisco- la verdadera libertad se expresa plenamente en la caridad porque, no hay libertad sin amor y sin oportunidades para todos», enfatizó la Pastoral Social.
Y aseveró que «desde el encuentro, y siendo portadores de esperanza, queremos acompañar a los más pobres en esta situación de perplejidad, discerniendo los signos de la venida del Señor hoy, pidiendo una vez más a nuestra Madre, desde Luján, que cuide y acompañe a nuestro pueblo».
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