Para el ministro bonaerense, «en términos sanitarios es una bomba lo que se ha generado» en estas concentraciones, debido al potencial de contagios que podría traer aparejado.
El ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Andrés Larroque, consideró como «una imprudencia supina de muchos sectores» las movilizaciones realizadas ayer en contra de la intervención de la empresa Vicentin y opinó que se trató de «una bomba» en términos sanitarios, en plena pandemia de coronavirus.
El funcionario provincial y dirigente de La Cámpora sostuvo en diálogo con Radio 10 que fue algo «peligrosísimo» en el contexto actual de contagios, e interpretó que «las tapas de los diarios alientan este tipo de movilización».
Para el ministro, «más allá de la caracterización política (de la marcha), en términos sanitarios es una bomba lo que se ha generado», por el potencial de contagio que podría traer aparejado. En ese sentido, evaluó que «la consecuencia de esa aglomeración la vamos a ver en los próximos días».
«No sólo se perjudica a la gente que fue a la movilización, que está en su derecho a expresarse siempre que se respete la ley», sino que además, «muchos de los que se deben haber contagiado ayer van a contagiar a gente que ni por casualidad estuvo en esa movilización», lamentó.
Por todo esto concluyó que la movilización fue algo «muy, muy grave».
