La Secretaría General de la Presidencia implementó un control que rige, tanto para visitas como para personal, en el marco de las medidas de prevención frente al avance del coronavirus.
La medida, que se estrenó este mediodía, obliga a quienes ingresan a la Casa Rosada, después del control policial rutinario, a ser sometidos a la detección de fiebre mediante un termómetro inflarrojo que toma la temperatura a la distancia y es ejecutado por personal del lugar.
Según precisaron las fuentes, hasta esta tarde no había sido detectada ninguna persona con fiebre.
Si se diera ese caso, la orden estricta es impedir que esa persona ingrese al establecimiento, aunque para encuadrarla en lo que se denomina oficialmente como caso «sospechoso» debe tener además otros de los síntomas compatibles con coronavirus, como tos o dolor de garganta.
A través de una resolución, dispuso que quede «restringida la presencia y circulación de visitantes» en los espacios públicos de la Casa Rosada, la Residencia Presidencial de Olivos, la de Chapadmalal y el Museo Casa Rosada, «hasta tanto se den las condiciones que permitan su restablecimiento».
Es por esa razón que debió suspenderse el miércoles una actividad en el Museo de la Casa Rosada a la que habían sido invitados más de 300 intendentes y que incluía la presencia del presidente Alberto Fernández, en el marco del programa nacional «Argentina Hace» del ministerio de Obras Públicas que conduce Gabriel Katopodis.