El secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, disertó en el Seminario CAF «Desafíos para el Crecimiento y el Desarrollo de América Latina».
El secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Gustavo Béliz, advirtió que «los paraísos fiscales generan infiernos sociales» al disertar en el marco del Seminario CAF «Desafíos para el Crecimiento y el Desarrollo de América Latina» y consideró imprescindible mejorar la administración fiscal en los países de la región.
En ese sentido, destacó que se pondrá en marcha «una Agencia Nacional para la Evaluación de Impacto de la inversión pública», tal como lo anunció ayer el presidente Alberto Fernández.
«Cada peso que se tome como crédito externo, como deuda externa, va a tener un monitoreo muy exacto no sólo en su cantidad, sino también en su calidad, en su impacto», explicó Béliz.
Estableció luego un punteo de los grandes desafíos que tiene la región por delante, y Argentina en particular, en el encuentro organizado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) en el Centro Cultural Kirchner.
Otros objetivos serían las tensiones comerciales globales y la mejora del desempeño exportador que permita amortiguar shocks externos y el plantear un regionalismo bioceánico, que denominó «Mercosur +».
Eso implicaría «acuerdos pensando en nuestros pueblos y sectores productivos» con Centroamérica, Israel, Canadá, Singapur y la Unión Europea.
Béliz planteó además la necesidad de establecer una nueva agenda de servicios basados en e-commerce, 3D printing y ciberseguridad, además de trabajar lo relativo a la inteligencia artificial como un nuevo factor de producción en América Latina.
Actualmente, agregó, «muchas de nuestras empresas aún utilizan tecnologías 1.0 o 2.0», y se debe plantear «un estado tecnológico de bienestar capaz de distribuir los dividendos digitales creados a partir de la innovación de millones de emprendedores en toda América Latina», en conjunto con «una revolución educativa».
Béliz también se mostró partidario de una «segunda generación» de transferencias condicionadas de ingresos, en relación con distintos planes sociales de la región, y propició en esta materia un nuevo vínculo con la alfabetización tecnológica.
Nuevas métricas que den respuesta adecuada a los nuevos desafíos de integración, afirmó Béliz finalmente, son prioritarias: métricas que excedan a la medición clásica del PBI de nuestras economías, «relativas al bienestar, la economía del comportamiento, la felicidad, el medio ambiente, la matriz de la huella social, digital y tecnológica en nuestras sociedades».
En resumen, concluyó, «relojes que respondan a la realidad de nuestras estructuras productivas actuales, monitoreen nuevos fenómenos y tengan en cuenta la inclusión social».
