El canicller Felipe Solá llegó esta mañana a México para participar de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) junto a Carlos Tomada, designado embajador en ese país, con el objetivo de «profundizar las relaciones comerciales con la región» y «jerarquizar el organismo regional».
Allí el canciller argentino deberá comunicar la postura del presidente Alberto Fernández sobre el reciente conflicto que sucedió en la Asamblea Nacional de Venezuela, así como también su opinión sobre el golpe de Estado en Bolivia.
La situación en esos dos países como Bolivia y Venezuela, serán de gran importancia para este encuentro que reúne a los países latinoamericanos.
El canciller deberá mantener una cintura política y diplomática para no caer en un posible enfrentamiento con Estados Unidos, el principal socio que tiene que tener Argentina para la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Es de público conocimiento que Donald Trump y Fernández tienen objeciones diferentes sobre la situación en Venezuela, pese a que tengan algunos puntos en común.
Desde la Casa Blanca creen que la paz democrática en el país bolivariano volverá a regir a partir de la captura de Nicolás Maduro, mientras que en la Casa Rosada piensan distinto, ya que esperan que haya una salida pacífica de la crisis política.
Por tal motivo, Fernández mantiene una distancia considerable del Grupo de Lima, el cual está en la misma línea que la nación norteamericana.
Por otra parte, este encuentro en la CELAC se da en la previa a las elecciones en la Organización de Estados Americanos (OEA).
En este sentido, Estados Unidos y Argentina mantienen una postura diferente, teniendo en cuenta que desde el país anglosajón apoyan la continuidad de Luis Almagro, pero desde el territorio nacional creen que la nueva titular de la OEA debe ser María Fernanda Espinosa.
Por otro lado, Felipe Solá tendrá reuniones bilaterales con delegaciones de Cuba, Surinam, Ecuador, Guyanas y Perú.
