El expresidente emprendió la vuelta a su país tras dejar la ciudad jujeña de La Quiaca, y encabeza una caravana de autos con militantes del MAS y de movimientos sociales que lo acompañarán durante dos días, hasta Cochambamba.
Después de 364 días en exilio, el depuesto presidente boliviano Evo Morales volvió a pisar este lunes su tierra con una emotiva y multitudinaria recepción popular en la que dijo que si no se hubiera ido tras el golpe de estado que sufrió “habría terminado en el cementerio o extraditado a Estados Unidos”.
Morales, de 61 años y presidente de Bolivia entre 2006 y 2019, de origen aymara y trabajador rural, pisó tierra boliviana esta mañana procedente de La Quiaca, en la Argentina, tras cruzar caminando por el paso internacional que une a esa ciudad jujeña con Villazón, en el sur boliviano.
Hoy es un día importante en mi vida, volver a mi patria que tanto quiero me llena de alegría. pic.twitter.com/BFaUzRGJiu
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) November 9, 2020
«No dudaba que iba a volver, pero no pensaba que fuera tan pronto», dijo, emocionado y feliz, en sus primeros minutos en su país natal frente a una multitud que le dio color y calor a su regreso con cánticos, agitar de banderas y atuendos típicos.
El regreso convocó a una multitud que incluso excedió las expectativas de los organizadores, por lo que las medidas de distanciamiento y prevención sanitaria frente al coronavirus no fueron todo lo eficientes que se intentó, admitieron fuentes cercanas al expresidente.