Entre las obras de misericordia aparece una bastante sensible que es dar «Dar de comer al hambriento». Es un momento que nos interpela ante la crueldad de la administración de Milei de retener alimentos para los más vulnerables, somos conscientes de la necesidad de ejercitarnos siempre en ésta y todas las demás obras de solidaridad.
Por Oscar Dufour | (*)
Abrumados tras conocer que la administración de Milei tiene 5 mil toneladas de alimentos guardadas, retenidas, pudriéndose. Con diferentes excusas no ejecuta el presupuesto para la asistencia alimentaria en comedores y merenderos barriales. Ante tanta indigencia y pobreza, ante tanta hambre, resulta de mínima «cruel» la actitud del gobierno nacional.
En un contexto de pobreza creciente en la Argentina, y de «necesidad primaria» de comida, la Iglesia alzó frontalmente su voz. Por una lado, el reproche realizado por el arzobispo porteño Jorge García Cuerva en el tedeum, por otro, el presidente de la Conferencia Episcopal exigió la «rápida entrega» de las cinco mil toneladas de alimentos acopiados desde diciembre. Al momento, la administración de Milei hace oídos sordos al «pan de cada día», y en tiempos de emergencia alimentaria nos llama a la reflexión.
Desde uno de los distritos más pobres del conurbano, el intendente de José C. Paz Mario Ishii, sigue las enseñanzas de nuestro amado Papa Francisco, y «da de comer al hambriento». Una situación que también de manera anónima se replica en cada intendente o intendenta de Unión por la Patria a lo largo y ancho de nuestra Argentina, «para construir una Patria de hermanos y que no falte el pan en ninguna mesa de nuestro pueblo peregrino». Así se expresó Su Santidad en el Mensaje de Cuaresma de 2016:
«La misericordia de Dios transforma el corazón del hombre haciéndole experimentar un amor fiel, y lo hace a su vez capaz de misericordia. Es siempre un milagro el que la misericordia divina se irradie en la vida de cada uno de nosotros, impulsándonos a amar al prójimo y animándonos a vivir lo que la tradición de la Iglesia llama las obras de misericordia. Ellas nos recuerdan que nuestra fe se traduce en gestos concretos y cotidianos, destinados a ayudar a nuestro prójimo en el cuerpo y en el espíritu».
Papa FRANCISCO
Un caso testigo de los tantos es entonces Mario Ishii, comparte el desayuno o el almuerzo con personas en situación de calle que se encuentran en el Centro de Día municipal «La Bella Estación». Conversa con ellas, los protege y los alienta para que puedan volver a integrarse a la comunidad. Con certeza, esta vez el reproche lo voy a recibir yo, por revelar una situación que mantiene en el anonimato.
Los corazones sensibles y solidarios -para esta «impuesta emergencia alimentaria»- que es respetar el derecho otorgado por Dios a todos de tener acceso a alimentos adecuados, a compartir lo que tenemos, en caridad cristiana, con aquellos que tienen que hacer frente a muchos obstáculos, para satisfacer esa necesidad básica, nos brinda muchísima esperanza, ante tanta insensibilidad del gobierno nacional.
Lo cierto es que «la comida no puede ser una variable de ajuste», la necesidad de los que no tienen nada, no debe ser profundizada ante la «revancha» de una administración minúscula en el tiempo, y seguramente inexistente en la historia. Será con certeza recordada la de Milei como una de las «pesadillas» de los tantos sueños que tuvo nuestra amada Patria.
«El verdadero amor es concreto, se centra en los hechos y no en las palabras; en el dar y no en la búsqueda de beneficios «.
Papa FRANCISCO
Los que quieran oír… que oigan
(*) Oscar Dufour es escritor, periodista y ensayista Argentino. Presidente © Grupo Agencia del Plata. Columnista de medios internacionales. Vicepresidente de la Asociación de Periodistas de Moreno – Provincia de Buenos Aires.
© Grupo Agencia del Plata, todos los derechos reservados
